Si te caes, relájate

Una de las primeras cosas que te dicen cuando aprendes a surfear, o si no deberían decirse, es que uno se debe relajar cuando se cae y le pilla la ola. 

Cuando estamos aprendiendo y comemos tendemos a intentar salir a la superficie lo antes posible. Es un instinto lógico de supervivencia cuando estamos en un medio que no es el nuestro, y estamos metidos en una lavadora que no para de centrifugarnos.

Es el gran error del principiante. Cuando más movamos los brazos, más intentemos subir, propulsándonos incluso con las piernas, más nos agarraremos a la turbulencia y tardaremos más en salir a la superficie.

Hay que dejarse llevar.

Dejar que la ola haga con nosotros lo que le dé la gana, que nos suba, que nos baje, que nos haga llegar a estar en posiciones grotescas, casi cómicas, como un muñeco de trapo. 

Estamos llenos de aire, y si además hemos cogido un poco más antes de comer, mejor, porque siempre tenderemos a subir a la superficie de manera natural. Y si te dejas llevar, por muy fuerte que sea el impacto, siempre saldremos más rápidamente.

Así que nada de nerviosismo, relajación, concentración en seguir aguantando ese aire que hemos respirado, y a disfrutar del paseo!

Jaime Díaz de Arcaya Veloso

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