Si cuando estamos remando una ola nos vamos quedando atrás, no llegamos en entrar en ella, pero seguimos luchando y remándola estamos perdiendo un tiempo precioso, porque la ola se va formando, levantando y nos acercamos al punto en el que podemos “llegar tarde” y caer al vacío y daros un buen guantazo, lo que se llama un wipe out.
Para todo surfer el remar la ola y llegar a entrar en ella es una pelea, casi personal, en la que lo das todo para poderte meter y poderla bajar. Te obcecas y no te quieres rendir, no quieres que se te escape y remas hasta el final. Puede llegar un punto en que la ola ya se haya levantado bastante y tienes que tomar una decisión en muy pocos segundos, incluso en un instante.
Muchas veces llegas al límite, crees que puedes entrar, ves el bajadón, estás llegando ya un poco tarde pero todavía hay una oportunidad de entrar. Y como lo que hay que tener es fé cuando llega ese momento te lanzas a probar. Es el límite entre entrar en la ola o caer hasta abajo a plomo como un muñeco.
Entonces das la última remada, saltas en la ola y te encuentras con que estás al límite. La ola ya esta levantada, la bajada es casi totalmente vertical y aunque sigues con la tabla bajo los pies, bajas como si saltaras desde un puente. Imagínate si la ola es grande, ese momento dura un instante, pero se te hace eterno. Levantas los brazos de forma automática para compensar la bajada, te vacías por dentro, pero como digo, sigues viendo la tabla en tus pies y milagrosamente no se han despegado de ella.
Ese es el momento más acongojante cuando uno surfea. Pero crees en ti. Por la cuenta que te trae, y tu cerebro busca llegar, conectar con la pared, y aterrizas rápida pero suavemente, y voila! Estás dentro! Y tu mente ya no da para más, estás ya en la sección como una moto, y como ya ibas tarde todas las secciones delante tuyo se están formando a una velocidad vertiginosa. Es lo malo de llegar tarde.
Pero estás dentro, así que comienzas a bombear y a coger velocidad, para recuperar la ventaja y no quedarte atrás. Finalmente te ves más adelantado, a toda velocidad, e inconscientemente, durante un momento, suspiras y te dices a ti mismo lo afortunado que has sido.
Esto es un late take off, y sinceramente, cuando sale bien y no comes, es una de las experiencias más flipantes del surf.

Jaime Díaz de Arcaya
J. Díaz de Arcaya
